jueves, junio 16, 2005

André Barbault y la manipulación de la verdad (y III)

Barbault es consciente de que un mero pronóstico acertado o un puñado de ellos no aporta nada a la validez de la Astrología Mundial avalada por él si se enmarca en el inmenso océano de fallos que hemos visto en las anteriores entregas de este artículo. Para que la Astrología Mundial no fuera reducida a un mero estatuto adivinatorio de hechos aislados de más que dudosa eficacia, Barbault integra sus predicciones sobre la URSS en un ciclo.

Esto ocurre desde el principio, a pesar de que el mismo Barbault y sus seguidores publicitan casi exclusivamente el pronóstico para 1989. De hecho, la primera referencia a “sucesos importantes” para la URSS que hace Barbault la hace en el mismo artículo de 1945 y el de 1949 al menos de manera implícita cuando enmarca los sucesos de 1881, 1917 y 1953 en un mismo ciclo, lo cual nos lleva a que la siguiente fecha significativa sea, necesariamente, la de 1989. Y de manera explícita en 1952 en su artículo de L’Yonne Républicaine ya hace el pronóstico tanto para el año siguiente, 1953, como para 1989.

Pero no era necesario que lo hiciera, puesto que si integra la historia de la URSS en ese ciclo, el año 1989 deberá ser FORZOSAMENTE significativo como consecuencia de ello.

La insistencia en los sucesos de ese año que hacen Barbault y sus seguidores se debe a dos razones generales.

La primera, es evidente, consiste en la necesidad de confirmación del ciclo y de cada uno de sus hitos. La segunda es que Barbault no se limita a hacer un pronóstico ambiguo, sino que da detalles acerca de lo que en esa fecha ocurrirá. Esto fuerza no solo a constatar que en esa fecha ocurre algo, sino que ocurre lo predicho. Ni la primera ni la segunda se ven satisfechas, como han puesto de relevancia diversos autores, y ahí es donde se alcanza a contemplar la verdadera dimensión de la manipulación de Barbault.

Respecto a lo que ocurre en cada uno de los años, ya hemos comentado que en 1881 (o 1882 que ambas fechas han sido proporcionadas por Barbault) no hay un verdadero hecho significativo para la URSS. En su "Historia de una previsión" , Barbault ha intentado adjudicar a la conjunción de ese año dos sucesos concretos, pues es necesario para que el ciclo tenga sentido. Se trata de la creación de los primeros partidos socialistas europeos, ocurrida entre 1879 y 1883 y de la fundación del partido comunista ruso, que él fecha en ese año de 1881.

En el primer caso, se hace difícil ver cómo es que la alineación de Saturno y Neptuno pudo tener algo que ver con sucesos ocurridos antes de que se diera y por qué los posteriores han de obedecer a una dinámica diferente de la que debe explicar los primeros. Ciertamente, parece muy forzado. En el segundo caso, ya hemos visto que no es cierta esa fecha como fundación del partido comunista ruso en el anterior artículo de “paranormalidades”. La primera organización de inspiración marxista de Rusia data de 1883, y es de un partido enemigo de Lenin. Este fundó un partido local en 1895 y el primer partido ruso marxista se fundó en 1898. Pero Barbault deja en la ambigüedad ese dato, limitándose a decir que “el partido comunista ruso nació bajo la conjunción de ese año”.

En un gráfico que figura en “Historia de una previsión”, Barbault se remonta más atrás. Cita la conjunción de 1846 como supuestamente relacionada con el nacimiento del marxismo, que él fecha en 1847 y con las revoluciones de 1848, uno y dos años después de que la conjunción se forme. También nombra la de 1773 y la revolución americana, sin que quede claro que tiene que ver la independencia de las colonias inglesas-en 1776- con la historia de la URSS. Barbault se muestra generoso a la hora de ampliar el rango de la influencia de esas conjunciones para obtener su “suceso capital” para cada hito.

Y lo mismo hace en 1953, como vimos. En primer lugar hace un pronóstico para 1952, y, no viéndose cumplido, a finales de ese mismo año lo cambia a 1953. Además se “anota” como triunfo la muerte de Stalin, como si aceptara que los astros “han matado” al dirigente soviético. Pero los cambios para la URRS, que es exactamente lo pronosticado por Barbault, no se produjeron a su muerte. Malenkov, su sustituto al frente de la URSS, fue el segundo de Stalin y un continuista que permaneció en el poder hasta 1957, y los cambios empiezan realmente en esa fecha, con Krusehv una vez depuesto Malenkov. Para no reconocer un fallo, Barbault se apunta la muerte de Stalin como si fuera eso lo predicho por él y no unos cambios que no vinieron hasta 3 años después. De paso, se anota también esos cambios y dictamina unilateralmente que es el suceso más importante producido desde 1917. Se fabrica su “suceso capital”

Ya hemos hablado de la importancia de la muerte de Lenin entre esas fechas (1924), y de la creación de los coljoses, considerado por el mismo comité central del partido como el suceso más importante desde la revolución de 1917. Además, Barbault ya ha despreciado entre 1881 y 1917 un suceso que los historiadores consideran capital, la revolución de 1905. Esa revolución condujo a la de 1917, y así lo consideraba el propio Lenin que escribió que era “un ensayo general” de ella. La gravedad de algunos hechos de aquella revolución es de tal magnitud que muchas personas creen que el famoso incidente del acorazado Potemkin ocurrió durante 1917, y sin embargo corresponde a la revolución de 1905. La revolución se detuvo por la paz firmada por el zar, con concesiones políticas y sociales insólitas hasta esa fecha en Rusia y por el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial. Es durante esa misma revolución cuando se crea el primer “soviet”. Nadie puede negar que ambas revoluciones estén conectadas y, siendo así, el pronóstico para 1917 debería ser para 1905, al ser aquella una consecuencia de esta.

Como vemos, el ciclo anunciado por Barbault no se sostiene sin siquiera entrar a examinar el pronóstico para 1989. Y son, precisamente, esos hechos anteriores los que deben sostener lo predicho para 1989, como prueba el que Barbault lo anunciara con décadas de antelación. El mismo Barbault reconoce que su intención era un pronóstico doble para esas dos fechas, que era “cosa hecha”, consecuencia de su pronóstico en forma de ciclo.

Pero consideremos, por fin, el famoso pronóstico para 1989.

Los seguidores de Barbault insisten en presentar esa fecha como la de un nuevo suceso capital en la historia de la URSS, la caída del muro de Berlín. El propio Barbault, aunque presenta este hecho como el más evidente, no deja de observar que es un jalón más en un camino que ha comenzado antes. Pero, condicionado por la necesidad de que el ciclo se cumpla, no lo lleva más allá de 1989. En “Historia de una previsión” reconoce que la caída es un suceso consecuencia de la tormenta de protesta social y política que sufre la República Federal de Alemania desde meses atrás. También cita a Polonia y las primeras elecciones legislativas en la URSS, de antes del verano.

No se refiere, en cambio, a que estos movimientos son debidos a que Gorvachov anuncia en Julio que los países del Pacto de Varsovia decidirán sus destinos por sí mismos. Todos esos sucesos se deben a que la URSS renuncia a intervenir, como en otras épocas había hecho, y a su política de dominación sobre los países del este de Europa. Seguramente, de haberlo citado, tendría que haber relacionado esa declaración con sucesos anteriores a 1989. Por ejemplo, a 1988, cuando los países bálticos reclaman su independencia por primera vez de manera abierta, con la fundación de partidos independentistas tolerados. Si la URSS no reacciona ante reclamaciones de cambios dentro de su propio país, ¿cómo iba a hacerlo con reclamaciones exteriores? O a 1987, cuando Gorvachov presenta su plan de reformas políticas y económicas, origen de todo lo demás. O, siendo Gorvachov el desencadenante de todos estos sucesos con sus ideas sobre la perestroika y el glasnot, a 1985, fecha en que Gorvachov empieza a hablar sobre ello y es, además, la fecha en que accede al poder. ¿La muerte de Stalin, a pesar de que no se producen cambios hasta tres años después, es una fecha capital y la fecha del acceso al poder de quien protagoniza los cambios más espectaculares en la historia de la URSS no es un suceso a considerar? ¿Cómo determina Barbault la importancia de los sucesos históricos? Si se quiere usar como excusa que la muerte de Stalin tiene relación con los cambios posteriores, ¿qué decir de la evidente relación entre el nombramiento de Gorvachov en 1985 y los sucesos de 1989 y posteriores?

En cualquier caso, 1989 no es la fecha de la caída de la URSS, que se produce en 1991 y la sucesión de hechos que lleva hasta ella no parte de 1989, es anterior en al menos 4 años. Y el protagonista es Yeltsin al menos en tanta medida como el propio Gorvachov. ¿Por qué no considerar la fecha, 1985, en que Gorvachov trae a Moscú a Yeltsin para hacerlo el máximo dirigente en Moscú? ¿O la fecha, 1976, en que Yeltsin es elevado a la secretaría general del partido en Sverdlovsk (la actual Yekaterinburgo) e inicio de su meteórica carrera? La respuesta es sencilla, tiene que ser 1989, o el ciclo carece de sentido alguno.




El defensor de Barbault puede alegar que, después de todo, lo innegable es que Barbault pronosticó la caída del régimen soviético para esa fecha y dio un plazo de “gracia” de año y medio. ¿Realmente fue ese su pronóstico? En absoluto, no, al menos, hasta 1987, dos años después del nombramiento de Gorvachov y ya anunciadas las reformas y efectuadas las primeras.


Aparte de las vagas referencias a que 1989 sería una nueva fecha capital en la historia de la URSS, algo que se desprendía de la misma formulación de la existencia de una relación con un ciclo astral, el primer pronóstico concreto acerca de lo que podríamos esperar de esa fecha aparece en “Los astros y la historia” 1967. De esa obra, Barbault reproduciría un par de párrafos en su “Historia de una previsión”. Estos:

“…este triple encuentro planetario será la reunión astral más importante de todo el siglo XX…dos resurgimientos históricos…el americano y el ruso, bajo los auspicios de dos principios distintos, el capitalista y el comunista…ambos participantes se encuentran al final de la carrera, el destino último es 1988-1989, a cuyo término el mundo se renovará para dar nacimiento a una sociedad nueva. Indudablemente, la gran cita de nuestra historia tiende a presentarse en ese triple cruce lineal que va de 1988 a 1992.” Página 297 de “Los Astros y la Historia”.

“…la gran metamorfosis de la sociedad se produce favoreciendo una fusión, una síntesis, en la que Neptuno asimila a Urano, es decir, cuando la sociedad nueva toma de la antigua y es mucho menos la antagonista que la continuadora, y es la imagen misma de la huella lineal de las corrientes que convergen al mismo tiempo y en el mismo sitio, como dos afluentes convirtiéndose en un río.” Página 299.

Barbault pretende que la ambigüedad de estos párrafos aporta algo más que el mero señalamiento de una fecha, cosa que, insistimos, no es necesario que señale, pertenece al ciclo apoyado por él. Según él es una descripción de lo realmente sucedido en 1989. Pero resulta evidente que en esa predicción, por muy ambigua que resulte, no se habla de la derrota o el derrumbamiento de la URSS y la victoria del capitalismo, sino de una nueva sociedad resultado de la fusión de ambas ideologías o, siendo muy generosos, de la derrota de ambas tendencias. Esa predicción no afecta solo a la URSS, sino a ese país y a su rival, a la ideología que defiende y a la de su oponente. “Dos afluentes convirtiéndose en un río”, “ambos participantes se encuentran al final de la carrera”.

Aún más, Barbault “olvida” citar otro párrafo de esa misma obra igualmente referido a 1989, este:

“…estos dos participantes, estadounidenses y rusos, el primero con una superioridad y un adelanto, y el segundo con una inferioridad y un retraso, puestos en la finalidad de una dominación mundial, vemos presentarse la perspectiva del nacimiento de una nueva sociedad, nacida de una evolución doble, pero donde, como tendencia, el segundo tendría la ventaja sobre el primero.” Página 308.

Es decir, insiste en una nueva sociedad fruto de una “evolución doble”, pero en la que, lejos de entreverse el derrumbamiento o derrota de la URSS, ¡predice un puesto de ventaja para la URSS sobre los EE.UU.! ¿Es esta una predicción de los sucesos de 1989 y posteriores?

Barbault reproducía aquí el mayor fiasco de sus predicciones a cerca de la historia de la URRS, que data de 1964 y su “Crisis mundial de 1965. Previsiones Astrológicas”

En esa obra, Barbault predice el adelantamiento de los EE.UU. por parte de la URSS en todos los terrenos, incluida la carrera espacial. Lamentablemente para Barbault, los americanos llegan primero a la Luna, y el atraso tecnológico y económico de la URSS se perpetúa.

Resumiendo, la carrera de Barbault está llena de errores tremendos, escasos aciertos y, en lo referente a la historia de la URSS, el ciclo planetario no se sostiene más que con un ejercicio de voluntad que ignore la verdadera historia de la URSS y sus hechos más destacados y forzando lo que Barbault predijo hasta extremos indisimulables.

4 comentarios:

Lola dijo...

¿Qué puedo decirte salvo darte la enhorabuena? Procuraremos darle la difusión adecuada a esta serie de tres artículos que has escrito, son un ejemplo muy claro de manipulaciones "desastrológicas".

Me pregunto, además, por qué las fechas de desastres no lo son a nivel global, sino sólo de forma localizada y ni siquiera en los mismos sitios cada vez. Digo yo que si un año toca "muerte", es porque en todo el mundo, y no en parte, se va a armar una buena.

Selectivos estos astros, oiga ;-)

Anónimo dijo...

Hala, Lola, eso es porque el paleto demente Barbault usó la astrología y no la cochemancia.
Si hubiera usado la cochemancia habría visto con meridiana claridad la verdad verdadera: la URSS tenía una clarísima colisión triple Lada-Volga-Moskvich en 1991.

En fin. Que así está el mundo.

Anónimo dijo...

Hola, ojo, no soy el mismo anónimo.

Hay otra famosa predicción dobre el fin de la URSS, esta vez, de manos de la famosa y prestigiada astrologa inglesa, Liz Greene.

Ella calculó aquel evento, en base al transito de Pluton sobre el Sol del inicio de la Revolucion Rusa.

Hay partidarios de Barbault, y partidarios de la Greene, en el mundo de los astrologos y astrologas que practican o estudian la especialidad de astrologia mundana.

Barbault es un tipo muy serio y erudito. Encuentro muy interesante el haber encontrado tu blog con esta bien elaborada critica a la prediccion sovietica de Barbault.

Trataré de cotejar a Barbault con tu detallado trabajo. Te contaré de mis hallazgos.

Respecto de Reinoso, tiene la pasión de muchos astrologos, que quisieran ver que su arte es respetado en especial por los "cientificos".

Personalmente, yo se que existe una astrologia seria , valiosa, pero de alguna forma que no alcanzo a explicarme o entender, no tiene cabida en los ambitos públicos. Sólo parece tener cabida la "astrología" de revistas femeninas, o bien, la critica infundada e ignorante de la verdadera astrología. Al respecto, tu trabajo me parece una excelente crítica, aunque me parece que de astrologia sabes poco o nada.

Nuevamente, interesante tu trabajo, lo revisaré con lujo de detalles, pues justo estaba empezando a estudiar las obras de Barbault, quien merece todo mi respeto por el gran trabajo de investigacion y practica de astrología mundana que ha realizado.

Gracias

Astro Anómimus

Asigan dijo...

Astro Anónimus:

Gracias por tu comentario. Espero tu relato acerca de tus hallazgos.

Respecto a Reinoso, una cosa es la pasión, y otra muy diferente la falta de respeto, el insulto generalizado y la pretensión de realizar monólogos en lugar de diálogos. Muchas personas son apasionadas de diferentes temas, incluída la Astrología, y no obran de esa manera.

Por otra parte, el esteril paisaje de la capacidad argumental de Reinoso, que por cierto, ha vuelto después de varios meses por la lista con un mensjae titulado "Hola, taraditos", unido a su actitud lo convierte en un peligroso espécimen de troll cibernético.

Saludos.