Este pasado agosto tuve ocasión de escuchar el programa de Onda Cero, "
Esto de "polémico" me llama la atención. Seguramente, si Luís Alfonso Gámez, tras destapar las inexactitudes, manipulaciones y falsedades de Juan José Benítez en la serie "Planeta Encantado", se hubiera limitado a calificar a este de "polémico", hasta el juez que le condenó por llamarle lo que, de ser cierto lo que Gámez descubría- cosa que el juez parecía compartir- le correspondería, hubiera aplaudido.
¿J.J. Benítez manipuló, exageró, o falseó datos en sus programas? Pues es un personaje polémico. "El Dioni" vive de un robo a un furgón blindado y sus patéticas peripecias posteriores?, pues es un tipo polémico, como lo presentan una y otra vez en los programas en los que es habitual. ¿Que unas señoritas, en conjunción con abogado se dedican a acostarse con personajes famosos para obtener dinerotes? Son polémicas ellas y es polémico el abogado.
Pues bien, ese día, 20 de agosto de 2007, Cardeñosa entrevistaba a este señor, llamado Lluis Botinas, que es "investigador independiente sobre el SIDA", colabora con la revista Discovery Salud y preside una asociación llamada Plural21 preocupada por la salud del planeta, lo cual, explicó, les lleva a interesarse en la medicina y en la política. Un ejemplo de esto último sería el interés por lo ocurrido en Nueva York el 11-S, que sería algo diferente, por supuesto, de la versión oficial.
Para entender lo que hay de polémico en lo que este señor y su asociación defienden, lo mejor es transcribir algo que en aquella entrevista dijo:
(Lo que sigue es una trascripción de las palabras que pueden escucharse en la grabación del programa, disponible aquí. No refleja las vacilaciones, pausas y demás características normales en una charla improvisada y he tratado de darle una forma escrita ordenada en cuanto a signos de puntuación, ortografía, etc. Salvo error, las palabras escritas son trascripción literal)
Bruno Cardeñosa:
Ustedes son extraordinariamente críticos con el sistema de salud. ¿Por qué motivo?
LLuis Botinas:
Bueno, nosotros consideramos que la medicina occidental moderna se ha ido apartando cada vez más de un conocimiento real del ser humano como parte de
Y cuando uno ve, y nosotros llevamos casi veinte años viendo enfermos, y enfermos considerados graves prácticamente día a día, bien sea cara a cara bien por teléfono, pues personas diagnosticadas con cáncer, con SIDA, con hepatitis, con enfermedades degenerativas, hay un paréntesis, pues, que esta medicina occidental moderna es la única que habla de enfermedades crónicas, de enfermedades degenerativas, de enfermedades incurables; estos conceptos son inventos de esta medicina que se pretende la mejor que jamás ha existido. Cuando en realidad lo que está haciendo es ir parcializando cada vez más, como decía, separando al ser humano de su entorno natural, separando al planeta del resto del cosmos, luego ya separar cada órgano del resto del cuerpo, separar cada trozo del órgano del resto del órgano, luego ya cada proteína del resto, etc., etc. Por ejemplo, ¿no?, que ningún médico, ningún científico, nadie negaría que el cerebro dirige el conjunto del cuerpo, pero a continuación a una persona le hacen un diagnóstico de la enfermedad que sea y que es como se actúa, se aparta totalmente al cerebro y se empieza a buscar cuál es el microbio, cuál es la mutación genética, cuál es la proteína que se ha vuelto loca y que, supuestamente, es el causante de la enfermedad, cuando, en cambio, el cerebro, que es el lugar en el que se encuentra todo el mundo sutil, todo el mundo mental, todo el mundo emocional, psíquico, anímico, donde se encuentra con el mundo corpóreo, pues el cerebro debería ser puesto de nuevo en el centro y entonces todo cambia.
O sea, las enfermedades, desde nuestro punto de vista actual, para nada son algo a combatir, sea con métodos agresivos, como hace la medicina oficial, sea "quimio", sean productos químicos, radioterapia, etc., etc., o siquiera con métodos menos agresivos como hace la mayoría de medicinas alternativas, sino que hay que comprender cuál es el significado bio-lógico, es decir, con lógica de la vida que tiene esta enfermedad, entender en que momento exacto de este proceso está esta persona, acompañarla en este proceso, y, si se puede y si hace falta, pues, reforzar algunos aspectos de este proceso. Pero lo fundamental es entenderlo y ahí, pues, por ejemplo, el último artículo que hemos escrito sobre el cáncer y que las personas que visitan nuestra web encontrarán allá, el título que le hemos puesto es " El cáncer, un proceso bio-lógico a nuestro servicio".
¿Les parece suficientemente polémico?
Ya supondrán que un escéptico como yo, cuando escucha en la radio, ve en televisión o lee en libros o revistas o en Internet contenidos paranormales, tropieza constantemente con lo que considera errores conceptuales, argumentativos o referentes a los datos suministrados. No todos, como también supondrán, tienen el mismo rango.
Algunos son sutiles, imposibles o muy difíciles de detectar sin ser un experto en la materia de que se trate o sin informarse sobre lo aducido acudiendo a las fuentes apropiadas. Otros son más claros y pueden suponer un razonamiento falaz, un dato escandalosamente falso, sesgado o anacrónico, etc.
Lo que escuché a este hombre se sale de estas categorías. Pertenece a aquellos que sorprenden en cuanto son escuchados o leídos. Pueden provocar incluso la carcajada, y no solo entre los escépticos, los mismos aficionados al mundillo o el oyente ocasional sin opinión sobre el tema, detectan la existencia de personajes estrambóticos con extrañas afirmaciones, bien sean lo que comúnmente se conoce como "chalados" o aquellos aspirantes a conquistar parcelas de fama a cualquier precio, incluida su credibilidad. Sea lo que sea este hombre, ya le pareció "polémico" de antemano al conductor del programa.
Quisiera mostrarles algo más de lo dicho por Lluis Botinas en aquél programa:
Bruno Cardeñosa:
"…De todas formas, una cuestión en la que algunos habrán pensado, y que se puede formular de forma crítica y que me gustaría saber tu opinión. Se puede decir que, efectivamente, se están perdiendo muchas referencias de esas medicinas tradicionales que existían antaño; pero lo que alguien crítico puede decirte es que gracias a las medicinas actuales nuestra esperanza de vida es mucho mejor que antaño."
Lluis Botinas:
"Bueno, este es un argumento que forma parte del, digamos, "argumentario" oficial, de los tópicos que se repiten pero que, en realidad, yo creo que estos y muchos otros merecen una investigación a fondo. Yo, que también me he creído esto durante muchas décadas de mi vida, pues ya le estoy poniendo interrogantes importantes.
Entre otras cosas, pues invito a algún oyente, y podemos hacerlo en colaboración y así nos echa una mano, coger cualquier… no diccionario…sino… (Cardeñosa le apunta: enciclopedia) enciclopedia, coger personajes famosos que allí aparecen, coger los diez primeros de cada letra y anotar en que año murieron, en que año nacieron , en que año murieron, se encontrarán con la sorpresa de que en la mayoría de ellos vivieron sesenta, setenta, ochenta, noventa o más años, y esto hace, pues, muchos años, ¿no?..."
¡Asombroso!
Debo aclarar que, en este punto, Cardeñosa interrumpe al señor Botinas con otra pregunta y, aunque este intenta seguir con la cuestión, Bruno sigue impertérrito con esa nueva pregunta. Ignoro si al periodista esto ya le pareció demasiado "polémico", si el tiempo disponible acuciaba o si había otra razón para una interrupción tan evidentemente brusca. Así, no sé si Botinas se iba a referir a esas "entre otras" razones para preguntarse por la veracidad del aumento de la esperanza de vida media. El caso es que la que dio es directamente disparatada.
El cálculo de la esperanza media de vida es algo complicado. Incluye el recuento de muertos por tramos de edad- cada cinco años, usualmente-, y un nuevo cálculo para el siguiente tramo con los supervivientes del anterior. Lo cual implica, obviamente, al existencia de supervivientes. Incluso en el tramo de edades de sesenta, setenta, ochenta, noventa "o más años". Se suele incluir como parte de una tabla de mortalidad y afecta a una generación concreta. Es un buen indicador de las condiciones sociales de una generación a diferencia del de la renta en la que los muy ricos distorsionan el cálculo, pues no pueden acumular años extra como acumulan riqueza.
Pero sigue siendo una media y se afectada por los mismos problemas generales de todas las medias. Especialmente, se ve afectada por los extremos.
Imaginemos una aldea con 20 habitantes. Pongamos que dos de ellos mueren en su primer año de vida, otro a los tres años, uno a los diez y otro a los 35 años. Seis a los sesenta, cuatro a los setenta, tres a los ochenta y dos a los noventa. La esperanza de vida media sería, aproximadamente, de 55 años, a pesar de que ninguno murió a esa edad y solo seis se aproximan algo-5 años- a ella. La mayoría, o bien quedó a larga distancia de ella o bien la superaron ampliamente.
Lo que esta media indica claramente es la existencia de una relativamente amplia mortalidad infantil. Y es la mejora de este factor, junto a la acumulación de más personas que alcanzan el extremo superior, lo que hace aumentar la esperanza de vida. Pero jamás, como parece creer esta persona, significa que la mayoría de las personas morían a la edad de, en nuestro caso, 55 años. Una esperanza de vida de 30 años no significa que nadie pasara de esa edad, ni siquiera que lo hicieran unos pocos o que la gente moría en torno a ella.
Indica las condiciones generales de vida de una generación de manera muy conveniente y estas han mejorado con la introducción de la medicina científica y otras medidas también basadas en descubrimientos científicos en todos los ámbitos que han disminuido la terrible mortalidad a todas las edades del pasado, especialmente la infantil, permitiendo que las personas que alcanzan edades avanzadas aumente su número.
Resulta sorprendente que Botinas, que es licenciado en Económicas, desconozca lo que la esperanza de vida indica y más aún que no conozca el verdadero sentido de los cálculos de medias.
Uno sabe del tradicional vacío de noticias en verano, que debe afectar en mayor medida a un ámbito tan desprovisto de novedades como ya es el del mundillo paranormal, pero quizá un personaje que promueve un ataque tan burdo y descabellado contra las posibilidades de mejora de nuestras condiciones de vida debería tener dificultades para encontrar eco acrítico en emisoras supuestamente serias como Onda Cero.
Por muy polémico que sea.