Miguel Blanco es el director de uno de los programas más veteranos de la radio española con temáticas paranormales, Espacio en Blanco. Su especialidad parecen ser "los dioses". Aunque no queda claro a que se refiere con esa expresión. Parece algo en la línea de los visitantes extraterrestres de Daniken. Aunque, como la mayoría de sus colegas, defiende y difunde cualquier cosa con tal de que suene a misterio.
El caso es que en la página de su programa de radio hay una referencia biográfica en la que una frase dice así:
"Entre sus logros se cuenta que ha sido el único blanco que ha visto UN DIABLO en HAITI y ha vivido para contarlo (casi se muere)."
El propio Blanco ha repetido en muchas ocasiones esa historia, sin muchos más detalles, contribuyendo a mantener la atmósfera de misterio en torno a ese caso, y en numerosos programas de televisión y radio en los que participa como invitado así como en medios escritos se hace referencia a ese hecho como una especie de hazaña insólita que le confiere, de alguna manera, un manto de investigador audaz en el mismo territorio del misterio.
Puede pensar quien oiga o lea esta frase que Blanco se enfrentó a las oscuras fuerzas diabólicas en un duelo singular o que algún representante del mundo infernal se sintió suficientemente ofendido o curioso por este "investigador" como para sentir la tentación de presentarse desnudo de disfraz ante el valeroso periodista.
La verdad es que Blanco simplemente asistió a un espectáculo de los muchos que se organizan en Haiti para impresionar al turista y obtener unos dineros. Unos años después el propio Blanco volvió, junto a Manuel Carballal, a Haiti y volvieron a la misma casa en la que Blanco tuvo su primer "encuentro" con aquel diablo para un reencuentro con el diablo ocho años más viejo. Pero en esta ocasión la evidencia del fraude no escapó a ninguno de ellos. En el mismo lugar del encuentro de Blanco ocho años antes, con los mismos elementos y el mismo diablo, aunque oficiando el sobrino del anterior "convocante", al parecer heredero del negocio familiar. Incluso la ambientación se repite, consistente en una mujer que sale con la cara de espanto de la sala en la que los incautos van a entrar en ese momento a conocer al "diablo". ¿Y por qué iba a cambiar, si todo un periodista europeo se encargó de difundir lo "genuino" de su espectáculo? Según cuenta él mismo, muchos europeos acudieron atraídos por el relato de Blanco.
La historia completa la cuenta el propio Carballal en esta página .
Además de comprobar que, en el mejor de los casos, Blanco es de una ingenuidad casi inigualable, podemos ver que ni fue el único en "enfrentarse" a aquél diablo, ni tampoco el primero ni el último y que esos rituales no son más que una fuente de ingresos para personas que carecen de otros o que encuentran en este una fácil y rentable. Tampoco queda demasiado oscura la razón de que Blanco sobreviviera al "encuentro".
Originalmente escrito en Saber-Creer
miércoles, febrero 09, 2005
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6 comentarios:
je je je que bueno.... lo que siempre me sorprende de los paranormanologos es que aunque se descubra un fraude, aunque ellos mismos lo descubran, siempre dicen, "vale, esa vez era un fraude pero la otra vez no"
Nunca deja de sorprenderse uno por la capacidad del ser humano para burlarse de otro por no pensar de la misma forma...
Eso de "por no pensar de la misma forma" se lo saca usted de la manga, anónimo lector. Son las circunstancias exactas del incidente, junto a la experiencia posterior lo que convierte la escena en ridícula.
No entiendo como este hombre sigue haciendo de las suyas, solo le interesan las tias y la pasta, el chiringuito que tiene montado en la radio es un engaño.
"Las tías y la pasta"...Es que a alguien le importa otra cosa?
Escucho a Miguel no desde una perspectiva de "Verdad", sino como algo que podría pasar, que sería brutal que pasara, aunque todo esté más o menos exagerado. Si queréis verdad ved un telediario (aunque puede que estén aún más distorsionados-manipulados, y con mucha más mala fe)
Deberíais leer el artículo original y no este extracto tendencioso. Os dejo un fragmento revelador. No podemos acusar a Miguel de mentir porque la segunda vez vieran un fraude.
Había rodeado la caja, estaba seguro que no había tubos, ni micrófonos, ni cables ¿de donde venía aquélla voz?. Jacques volvió a tapar la caja, insistimos en nuestro deseo de ver físicamente al "diablo" que, tras una breve discusión, aceptó. En ese instante nos invitaron a taparnos la nariz, ya que "al materializarse desprende un olor pestilente". Efectivamente comenzamos a detectar un auténtico pestazo a amoniaco. Entonces Jacques levantó la cortina y ¡voila!, allí estaba. Desde mi ángulo, un poco más lateral que el de los demás, pude ver que se trataba de un joven negro agachado y torpemente tapado con una capa roja, que hizo además de atacarnos. Instantáneamente Jacques arrojó un puñado de sal a la caja y la tapó con la tela. Volvió a destaparla y la caja estaba vacía... Miguel Blanco me miró inmediatamente susurrándome "esto no es lo que yo vi la otra vez, esto es un truco". ¡Touche!.
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